Por: Atilio Flores
Calificación: 4/5
Alabar a Marvel y criticar a otras compañías por su ambición de adaptar a todos sus héroes a la gran pantalla se ha vuelto una constante, pese a que Marvel también ha tenido sus altibajos en la construcción de sus películas. Avengers Infinity War no es ese caso.
Catalogar esta cinta como impresionante o asombrosa quizás sea algo que no es del todo exagerado. Si bien rompe el esquema a lo que estamos acostumbrados dentro de la línea argumental de los súperheroes, la expectativa que levanta en este primer acto deja un sabor de boca de querer saber más.
La solemnidad con que manejan este filme los hermanos Russo marca lo impredecible de la misma. Cada escena a la que nos sumerge la historia se vuelve completamente en un anzuelo para seguir atado a la butaca del cine, catapultándonos a historias segmentadas de los héroes que infringen en un apabullante climax simultáneo que justo cuando se está procesando cerebralmente la emoción, es momento de subirse otra vez a la montaña rusa para liberar otra carga de adrenalina.
Su trama, atrapante desde su inicio, no redondea, va al grano y las dos horas y media se pasan en un abrir y cerrar de ojos, en medio de un drama que fusiona una historia que culmina con 18 películas que le anteceden y que difícilmente se ve que Marvel se pueda autosuperar en la forma que los hermanos Russo han dirigido esta entrega.
Aunque le preceden varios filmes, Avengers Infinity War se desenvuelve por sí misma, adentrándonos paso a paso con cada personaje y ahorrándose su presentación, asumiendo que el público conoce a cada uno de ellos, debido a que ya han sido introducidos previamente, volviéndose así, la película menos amigable de Marvel; y no por ello, la aparición de los nuevos personajes se vuelve menos notoria en este ambicioso crossover.
Parece un abrir y cerrar de ojos recordar cada uno de los eslabones que ha tejido Marvel en estos diez años a través de todas sus producciones, las cuales han abonado en gran medida para complementar la trama de la historia de las “Gemas del Infinito”, convergiendo en ella, personajes como Iron Man, Thor, Hulk, Dr. Strange, Black Panther, Spiderman y Los Guardianes de la Galaxia, quienes nunca habían interaccionado juntos antes dentro del universo cinematográfico.
Algo de lo que goza esta película es el desarrollo de sus personajes, a quienes logra darles una armonía conjunta que es agradable verles reunidos, y no es para menos que 24 de ellos sean los principales, seguidos de cameos de muchos otros que han abonado en la construcción de este universo en la última década; siendo plausible, la forma en que sus guionistas les otorgaron, en los pocos minutos que aparecían en pantalla, congeniando con sus personalidades y dándole la oportunidad de brillar con sus habilidades a cada actor.
Existe una gran evolución de los personajes que nos fueron presentados en las sagas anteriores, vemos a un Dr. Strange más experimentado, a un Thor más determinado en la posición de divinidad, a un Tony Stark que busca la estabilidad personal, al igual que la unidad de Los Guardianes de la Galaxia; así como también vemos que Marvel retoma la seriedad en su arco argumental, cuestión que venía aplazando en muchas de sus producciones y no por el hecho de que no hayan un par de chistes en el desarrollo, pues las personalidades de sus protagonistas lo permite, sino más bien el tono oscuro de la misma película lo exige, y los hermanos Russo consiguieron darle ese equilibrio necesario.
Asimismo, esta entrega sobresale de las otras por otorgar un némesis a la altura de superar cada una de las habilidades de los protagonistas, al tratar de encontrar las seis Gemas del Infinito y lograr con ello eliminar a la mitad del universo, brindándole un nuevo renacer, en donde los recursos limitados del cosmos se vuelven necesarios para la sobrevivencia de unos pocos con una mejor calidad de vida, cumpliendo así, según sus palabras, “su propósito”.
Josh Brolin en definitiva es el villano perfecto de Los Vengadores, no sólo por representar a Thanos cumpliendo la teoría Malthusiana a su esplendor, sino por darle una construcción al personaje que no cae en ambición ciega y sin sentido, sino más bien, su éxito lo logra al humanizar al villano. Aquel antagonista que es capaz de desnudarse en sus sentimientos y de llorar, al mismo tiempo que hace temblar a sus oponentes; volcarse en momentos de ira y al siguiente pasar a ser benevolente, un rival digno, entregado y fiel a sus principios. Thanos ejemplifica el precio que se debe de pagar para obtener las cosas que uno desea, tal como Gamora le dice: "¿Lo conseguiste, pero a qué precio?
Si bien Thanos no es el único villano al que se enfrentan los protagonistas de esta historia, la aparición de su séquito, le otorga por momentos cierto hándicap de desperdiciar personajes dentro de su universo y más parece que sólo están ahí por estar, mas su función es limitada a encaminar la historia no muy lejos de la escena en la que aparecen.
Otro aspecto interesante es la aplicación de efectos especiales en la cinta, no sólo por la capacidad de dar a un villlano completamente digitalizado a través de la captura de movimientos que Josh Brolin dio, cuyos detalles y texturas dentro del personaje le hacen un ser casi real, superando así, a muchas otras producciones de Marvel Studios, que bien le podría valer su primer premio a la Academia el próximo año en esta categoría, la cual siempre ha anhelado y que ha estado cerca de ganarla.
Avengers Infinity War cumple con un argumento y un desenlace que estremece y hela a los participantes de este viaje por el infinito, el cual deja más preguntas que respuestas en el desarrollo de esta primera entrega y que despierta inmediatamente un deseo porque un año pase lo más pronto posible para obtener el final de este capítulo que ha dejado con la boca reseca a todos los fanáticos del cómic.
¿Y a ti qué te pareció está película? Déjame saber tu opinión en los comentarios, mientras tanto te comparto el siguiente infográfico que diseñé y edite para Diario El Mundo de El Salvador:
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